Salvo que poseas una solvencia de las que te colocarían en la ‘lista Forbes’, la compra de un coche nuevo no es un trámite que se tome a la ligera. Máxime si, como ya es costumbre, no dispones de la capacidad para liquidar tu adquisición a tocateja.
Tranquilo. Es tu ‘problema’… y, cada vez, el de más gente, que recurre a las divisiones financieras de las marcas. Divisiones que, por su configuración como entidades de préstamo y arriendo -y por su nutrida clientela-, son ya bancos en sí mismos.
Piénsalo por un momento: abres con ellos una ‘cuenta’… donde ingresarás cada mes una parte del valor del coche -y nada más-. También, mucho antes de entrar en esa dinámica, te habrás visto obligado a aceptar algún que otro seguro de vida o impago. Incluso, es muy posible que hasta recibas una ‘tarjeta’ de fidelización.
Eso sí: para todo ello, deberás firmar una montaña de papeles… y entregar una gran cantidad de datos personales. ¿Y qué hacen luego con ellos estas entidades?
Un esfuerzo de transparencia
Un aspecto que ha pasado inadvertido -pero es plenamente mollar- en la fusión que ha dado lugar a Stellantis es la armonización de las financieras de los anteriores grupos: Banque PSA y FCA Bank.
Precisamente, esta última ha querido aprovechar la coyuntura para avanzar varios enteros en materia de digitalización y transparencia. Con ese objetivo, la entidad italoamericana participa en un proyecto junto a CeTIF Advisory e Intesa -una filial de IBM especializada en digitalización de procesos-.
Dicha iniciativa persigue la creación de una plataforma financiera digital que certifique un intercambio seguro de los datos entre todas las marcas del nuevo conglomerado automovilístico. Con esta medida, FCA Bank pretende reducir los tiempos de admisión y diligencia para los nuevos clientes.
El sistema se basará en una aplicación dedicada, que permitirá a dicho cliente -al estilo de las redes sociales- autorizar -o no- la transferencia automática de sus datos a las marcas del grupo, con total transparencia. Asimismo, si deseara rectificar alguna información, lo hará con un proveedor único que transmitirá el cambio al resto. Todo ello será posible gracias a tecnología blockchain integrada en la nube de IBM.