Si ya los últimos tiempos eran de locura en lo que respecta a las compras online, el reciente 2020 ha creado un escenario nuevo… y, a priori, varios órdenes más caótico. No en vano, los rigores de la pandemia nos han impuesto un modo de vida ‘sin contacto’, dentro del cual todo se ha adaptado para que podamos disfrutarlo en casa. Tanto servicios, como productos.
Lo anterior ha empujado al sector de la logística y el transporte a unas cotas de beneficio como nunca antes se habían visto. Pero su actividad está dejando una huella de carbono cada vez más preocupante, sobre todo en el entorno urbano. Allí, las furgonetas de reparto prácticamente no paran durante la mayor parte del día, y ya son la médula espinal del tráfico en la ‘nueva normalidad’.
Parece, pues, que se vuelve necesaria una optimización del funcionamiento de las empresas de mensajería. Y eso es precisamente lo que Ford está investigando, en colaboración con la paquetera británica Hermes.
Justo a tiempo… y con los ‘humos’ justos
Ambas compañías se encuentran ensayando la forma de mejorar sus rutas y protocolos de entrega gracias a la inteligencia artificial. Con esta premisa, Ford ha creado MoDe:Link, un software logístico inteligente que orquesta el viaje de cada paquete de principio a fin.

De este modo, garantiza que las entregas sean lo más eficientes y sostenibles posible, independientemente de si se trata del primer kilómetro del recorrido, el inicio de su transporte por carretera o el tramo de ‘última milla’, antes de la entrega en su destino.
Mediante una aplicación en sus smartphones, los mensajeros reciben la ubicación de la furgoneta, así como las rutas y el itinerario más cortos para realizar el reparto de los paquetes. Una vez se encuentran dentro del ‘ultimo kilómetro’, la app identifica ubicaciones seguras para que puedan estacionar la furgoneta y realizar a pie -de forma coordinada- el reparto en bloques de viviendas, empresas o zonas residenciales.

Por otro lado, esta app se integra también con los sistemas de seguimiento de Hermes para garantizar que los clientes puedan ver, en tiempo real, el estado de sus entregas. Dado el éxito de esta experiencia piloto, Ford y Hermes ya estudian la posibilidad de exportarla a otras zonas del Reino Unido más allá de Londres.