Qué saber del Tarraco de nuestra prueba
El Tarraco que hemos probado dispone de la motorización híbrida enchufable que es el resultado de combinar un motor principal 1.4 turbo de gasolina y 150 CV con otro eléctrico de 116 CV -que obtiene su potencia de una batería de iones litio de 12,8 de capacidad bruta para ofrecer una potencia conjunta combinada de 245 CV. Con esa buena potencia, es capaz de impulsar los cerca de 1.900 euros hasta los 205 km/h de velocidad máxima o acelerar de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos.
En cuanto al consumo y respecto al medioambiente es donde la tecnología híbrida del Seat muestra lo mejor de sí, como demuestra que la cifra de consumo media homologada por la marca con sus 1,9 litros cada 100 m, que equivalen a unas emisiones de 44 gramos de CO₂ por km. El depósito de carburante tiene un tamaño muy ajustado de 47 litros.
Que el modelo probado lleva el acabado Xcellence, hasta hace pocas semanas el más completo de la gama, pero que acaba de ser reemplazado por el X-Perience. Teniendo en cuenta que las diferencias y actualizaciones de la nueva terminación están centradas en el aspecto estético -llantas, paragolpes y otros detalles- pero en la tecnología, los datos reflejados en esta prueba con la verión Xcellence son aplicables a la nueva variante.
Este coche lleva, de serie, tecnologías incluidas como son: selector de modos de conducción, llamada de emergencia, frenada automática en caso de riesgo de colisión, asistente por salida del carril, control de velocidad adaptativo, climatizador trizona, cuadro de mandos virtual sistema multimedia con pantalla de 9,2″, radio digital, tres puertos USB, freno de mano eléctrico, iluminación ambiental por led, asistente para cambio automático entre luz corta y larga, detector de ángulo muerto en los retrovisores laterales, cámara trasera, acceso y arranque manos libres, portón trasero automático, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sistema de aparcamiento automático, servicios remotos…
En cuanto a las opciones, puede incluir el pack Xcellence Go, que por 340 euros ya suma el Safe & Driving Pack XL, con elementos como un control de velocidad adaptativo más completo, cámara 360º, asiento del conductor eléctrico, lector de señales de tráfico… entre otros y por 327 euros, el asistente de estacionamiento con remolque -230 euros-, la tercera fila de asientos por 850 euros, el techo panorámico -1.118 euros-, el cargador inalámbrico para el móvil -202 euros-, el sistema de navegación plus que incluye desde disco duro de 10 Gb hasta control gestual o WLAN por 664 euros…
El primer SUV híbrido y enchufable de la historia de Seat es potente, muy bien equipado y es un auténtico ‘eco-gigante’
Seat, la marca española por antonomasia, se ha hecho popular sin contar durante muchísimos años con un ‘buque insignia’. Este término, proveniente del mundo de la náutica, se suele emplear para hacer referencia al máximo exponente dentro de los diferentes productos que ofrece una marca. Puede aplicarse a un teléfono móvil, un ordenador portátil… y, cómo no, a un automóvil.



Pues bien, exceptuando lo que fueron inicialmente sus grandes berlinas, a Seat no le ha ido mal apostando por vehículos de tamaño pequeño y mediano que han obtenido un notable éxito comercial tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, en 2019, llegaba a los concesionarios el que sí que podríamos considerar un auténtico buque insignia, como es el Tarraco.
Ha sido la primera incursión de la marca española en la categoría de los SUV grandes -o SUV de siete plazas- y, desde el primer momento, se ha convertido en el ‘top’ de la gama en casi todos los sentidos: imagen, calidades, tamaño exterior e interior… pero, ¿qué pasa con la tecnología? ¿Es el espejo en el que se miran sus hermanos de gama? ¿Es un rival interesante frente a modelos como el Skoda Kodiaq, el Hyundai Santa Fe, el Kia Sorento o el VW Tiguan Allspace? Veàmoslo.
Comenzando por el exterior, es importante recordar que fue con este gran todo camino con el que Seat empezó a adoptar el actual estilo o lenguaje de diseño que ha incorporado posteriormente el León o el restyling del Ateca. Más allá de eso, este modelo de 4,73 m de largo -el más grande de la actual gama, sobre todo a raíz de la reciente desaparición del gran monovolumen Alhambra… que, en parte, ha sido canibalizado por su hermano- incluye diversas tecnologías en el exterior.




El sistema de iluminación, por ejemplo, comienza por un detalle que es habitual en los modelos de Seat y que es el saludo con la palabra ‘Hola’ que se proyecta desde los retrovisores exteriores a la zona del suelo junto a las puertas delanteras. También cuenta con una bonita secuencia de bienvenida que se aprecia sobre todo en la parte trasera y en la banda luminosa que atraviesa el portón a lo ancho.
Y en cuanto a los faros en sí, cuentan con tecnología de leds, tanto los delanteros -para luz corta como larga- como los traseros. Eso significa, como asegura Seat en el manual, que están pensados para durar la vida del vehículo y que el propietario no puede reemplazar salvo acudiendo a un concesionario. No son faros matriciales, pero sí cuentan con el dispositivo que cambia de manera automática entre cortas y largas en caso de que, durante la conducción nocturna, te cruces con otro vehículo y así evitar deslumbrarle.
No es ‘a lo grande’, como el resto del coche, pero la pantalla del sistema multimedia incluye casi todo lo necesario
En cuanto al interior, a pesar de la juventud del Tarraco en los mercados, ya ha tenido que recibir una actualización centrada en la parte multimedia y de info-entretenimiento. No diremos que es algo que nos pille sorpresa: el hecho es que la tecnología evoluciona rápido, mucho más que el tiempo que permanece un modelo en el mercado y, por eso, ahora lo habitual es que un coche ‘sufra’ varias puestas al día durante su vida para no quedarse atrás en el mercado.




En el caso del Seat de nuestra prueba, ese centro neurálgico en forma de pantalla que preside el salpicadero ha sido una de las grandes novedades y nuevas incorporaciones que ha experimentado este gran SUV a raíz de la renovación experimentada en la primavera de 2021. No es que antes el coche no dispusiera de un sistema así: lo que sucede es que ahora cuenta con uno más completo, avanzado, tecnológico… o, como dice la propia Seat, esta segunda generación “agiliza la entrega de información” y hace que el habitáculo luzca más digital.
Para empezar, la pantalla ahora prescinde de los mandos y ruedecitas del modelo original, para dar todo el protagonismo al display en sí. Quizá sea un poco menos sencillo de manejar, porque siempre es algo más complicado ‘atinar’ en un botón -como el de subir o bajar volumen- que ‘agarrar’ una ruedecita y darle una vuelta.
Pero, en todo caso, dispondremos como aliados de los mandos del volante -también renovados- y del nuevo asistente de voz natural, al que puedes dirigirte iniciando tu petición con las palabras ‘hola hola’. Con todo, el tacto de la pantalla es de lo más agradable -su cristal transmite sensación de calidad- y el procesador del sistema mueve con fluidez, por ejemplo, los mapas del navegador si decides hacer funciones como el zoom o desplazamientos por encima de la cartografía con tus dedos.




¿Y de qué es capaz el sistema del Tarraco en sus 9,2″ de tamaño -que equivalen a 23,4 cm en diagonal? Pues, para empezar, puede mostrar las imágenes del conjunto de cámaras 360º que, además de enseñar la combinación de todas las imágenes, también te permite seleccionar de manera individual cada uno de los puntos de vista para observar más en detalle lo que pasa delante, detrás o a cada uno de los lados del coche.
La parte gráfica ha mejorado claramente, con menús coloridos y con la posibilidad de elegir una vista que divide la pantalla en tres secciones o bien una más clásica a base de iconos. También ha añadido el control gestual mediante el cual, realizando un movimiento lateral con tu mano ‘a lo Jedi’ por delante de la pantalla, puedes moverte lateralmente por los menús. Por otra parte, desplazarse y saltar de una función a otra o regresar al menú principal es sencillo… a pesar de que no exista un botón de ‘back’ o retroceso.
Eso se debe a que en la zona inferior del display siempre vas a tener ‘presentes’ accesos -iconos- a otras funciones que no estés utilizando. Es decir, puedes estar dentro de la navegación o las fuentes de sonido -radio convencional y digital, audio por Bluetooth, radio online…- y ‘dar el salto’ con un toque de botón a la telefonía, ajustes del vehículo, climatización -de la parte delantera y trasera. Además, conserva los mandos ‘clásicos’ situados más abajo en la consola central- o gestión de la parte eléctrica, al tratarse de un modelo híbrido-enchufable.
La privacidad y el tratamiento de los datos está bien gestionados en el Tarraco. Y el proceso de vinculación de la app ‘Seat Connect’ también parece ciberseguro
Respecto a esto último, hay un menú específico desde el cual, por ejemplo, puedes gestionar y programar los momentos de recarga a lo largo de la semana. Asimismo, también se puede gestionar lo que es la temperatura a bordo, de tal manera que te encuentres un vehículo ‘fresquito’ en verano o caliente en los días de invierno.




En cuanto a conectividad, por supuesto que dispone de los protocolos Android Auto y Apple Car Play. También viene con su conexión WiFi con el fin de que puedas usar el propio sistema de info-entretenimiento como un hotspot o punto al que conectar dispositivos. Por otro lado, desde el menú de ‘Información del sistema’ encontrarás un botón para llevar a cabo actualizaciones de software.
Además, con la adquisición del vehículo, Seat incluye un año de sus servicios conectados. Una vez que expira el plazo puedes seguir contratándolos previo pago de una cantidad anual. El servicio más atractivo del que dispone es, lógicamente, el de contar con una app en el móvil Seat Connect desde la cual controlar información del coche, pero también poder llevar a cabo acciones remotas. Respecto a los Seat de hace un año, un elemento de ciberseguridad que ha ido mejorando es la forma de vincular teléfono y sistema multimedia.
Ahora, el proceso tiene que incluir con el usuario legítimo del coche en su interior… ya que el emparejamiento solo se puede concluir si se dispone de las dos llaves del modelo. Finalizado el proceso, ya podrás consultar datos relacionados con la conducción, la posición del vehículo, saber si las luces están encendidas o si no están activados los seguros de las puertas…
También puede realizar diversas acciones remotas. Por ejemplo, es posible activar el cierre centralizado, conectar los intermitentes, hacer sonar la bocina… e, incluso, establecer alarmas antirrobo, alertas de velocidad máxima o acceso a áreas restringidas -que pueden ser útiles si deseas cederle el coche a alguien de quien ‘no te fías’ demasiado-.

Por lo que se refiere a la privacidad y la gestión de los datos, este multimedia te permite actuar de varias maneras. Por ejemplo, desde el menú de ajustes del sistema, si lo deseas puedes desconectar directamente la conexión de datos que se facilita a través de una tarjera SIM virtual -o ‘eSIM’-. Ya sabes que, si lo haces, perderás todas las funciones relacionadas con la conectividad a cambio de ganar privacidad en un determinado momento concreto.
Asimismo, el coche puede crear diferentes perfiles de usuario para guardar ciertas configuraciones y preferencias de distintas personas… y son fáciles de borrar también desde los ajustes del sistema. Si quieres algo un poco más drástico, existe también la posibilidad de restablecer los valores de fábrica si así lo deseas. Por otro lado, si accedes al menú ‘administrar dispositivos móviles’ verás de un vistazo los teléfonos que tengas vinculados al sistema mediante Bluetooth, con qué funciones -simple telefonía, música, agenda…- y podrás borrarlos de manera individual y muy fácilmente.
Como en la gran mayoría de modelos del grupo Volkswagen, no falta el menú desplegable al que accedes deslizando tu dedo por la pantalla de arriba hasta abajo, que habla sobre los ajustes de privacidad. El Tarraco permite elegir entre cuatro niveles de privacidad como son: privacidad máxima, sin ubicación, utilizar ubicación y compartir mi ubicación.
Según lo que elijas estarás configurando los datos que el sistema puede enviar y, como dice Seat, en función del ajuste seleccionado te encontrarás con que se desactivan ciertos servicios. Por poner un ejemplo, al seleccionar la privacidad máxima, los servicios de conectividad del modelo estarán desactivados… y sólo permanecerán ‘latentes’ aquellos que, por cuestiones legales, necesitan utilizar datos -entendemos que, por ejemplo, el compartir la ubicación del vehículo en caso de sufrir un accidente-.
A modo de curiosidad, al navegador puedes pedirle que elimine el ‘comportamiento de uso’ de tal manera que no recordará lo que son tus desplazamientos habituales para hacerte recomendaciones en sucesivos viajes -es decir, si cada día vas a tu casa a las siete de la tarde, podrá recordártelo para mostrarte la ruta y el tiempo estimado de llegada a tu destino… o si procedes a la ‘eliminación’ que decíamos anteriormente, dejará de hacerlo-.



Hablando del navegador, un aspecto que -afortunadamente- permanece invariable en el Tarraco es su cuadro de mandos digital o ‘Virtual Cockpit’. Más allá de su buen funcionamiento, de la claridad de sus gráficos o de la buena información que muestra -con detalles específicos para este híbrido, como el indicador de carga del nivel de batería del motor eléctrico o la parte en la escala del cuentarrevoluciones que muestra si el coche está recargando energía durante la marca o recurriendo a toda su potencia-, lo mejor sigue siendo su grado de configuración.
Admite tres modos de visualización, en función de la mayor o menor relevancia que quieras darle a la información que te muestra: navegación -donde la parte central pasa a estar protagonizada por un gran mapa que se complementa con el que puedas estar viendo en la pantalla de la consola central-, radio y multimedia, telefonía o datos de viaje y conducción. En la vista más ‘clásica’ propone dos ‘relojes’, en cuyos núcleos se puede -además- añadir ‘widgets’ como el anteriormente mencionado.
La gran novedad: el sistema híbrido enchufable
Cuando hace un par de años ya probamos el Tarraco, la versión que tuvimos entre manos contaba con un motor 2.0 turbo de gasolina con 190 CV. Una mecánica a la que resultaba difícil reprocharle algo, pero que por una simple cuestión de potencia, de peso o de aerodinámica, tal vez no era la más adecuada para conseguir consumos muy bajo y, en ese caso, tenías que fijarte en la solución segura: los turbodiésel TDI.
Sin embargo, la tecnología híbrida ha obrado el milagro de conseguir que ahora exista un Tarraco de gasolina mucho más potente y, al mismo tiempo, con unos consumos ajustados e, incluso, ridículos si puedes aprovecharte de su parte eléctrica. Y es que hay que recordar que la tecnología PHEV o híbrida enchufable pretende unificar lo mejor de dos mundos.




En concreto, por un lado, dispone de un motor 1.4 turbo de cuatro cilindros que entrega una potencia de 150 CV. Por otro se encuentra un propulsor eléctrico que ofrece otros 115 CV, siendo la potencia conjunta total de 245 CV. Es una combinación utilizada ya en infinidad de modelos del grupo VW, es decir, en coches de Skoda, Audi, Cupra… y que en todos consigue un resultado muy bueno.
Por supuesto, gran parte de ‘culpa’ es de la parte eléctrica, que toma su energía de una batería con 13 kWh de capacidad que, según cifras oficiales, debería proporcionarle una autonomía en modo ‘cero emisiones’ -y con una carga completa- de unos 48 km. Un registro que es importante, ya que también le permiten ganarse la etiqueta ‘Cero’ de la DGT y las ventajas que ello acarrea, en forma de poder acceder a zonas restringidas a los modelos convencionales o no tener que pagar en las áreas de estacionamiento regulado.
Una de las cosas que no se le pueden negar a esta tecnología es que, en combinación con el cambio automático de doble embrague y seis velocidades, es lo agradable que resulta de utilizar. Es un modelo especialmente suave, en el que no se notan los cambios entre marchas y en el que, por supuesto, la parte eléctrica le permite desplazarse, sobre todo en entornos urbanos, con una quietud de lo más agradable. Por otra parte, la tecnología híbrida enchufable cumple con lo prometido por la marca en cuanto a autonomía… si bien también es cierto que depende de la utilización.
Por ejemplo, a velocidades sostenidas en carretera tipo vía de circunvalación como la M40 en Madrid es fácil, incluso, hacer más de 50 km. Si el entorno es con más arrancadas y paradas, en ese caso el Tarraco hace notar su peso -por encima de los 1.800 kg-, que le hace consumir más energía y se puede quedar en unos 45 km pero, en todo caso, son valores que en muchos casos dan de sobra para cubrir los recorridos diarios.

En todo caso, para aquellos que piensan también en una utilización para largas distancias, hay que destacar que el consumo medio, incluso cuando la batería ya está descargada y el apoyo de la electricidad se vuelve menos protagonista durante la conducción, sigue siendo muy razonable, pues hablamos de media que durante la prueba se quedaron en el entorno de los 4,5 litros cada 100 km, aunque bien es cierto que practicando una conducción tranquila.
Porque esa es otra. Y es que aunque hablemos de un modelo de planteamiento ‘Eco’, los 245 CV están ahí y de hecho el coche puede acelerar de 0 a 100 km/h, es decir, que es de los Tarraco más rápido. Además, como el empuje eléctrico se deja notar desde el principio, la sensación de ‘contundencia’ es muy agradable. Pero claro, en estas circunstancias el consumo se elevará, pero tampoco de una manera desproporcionada, subiendo hasta el entorno de los siete litros de media. En todo caso, tal y como declara la propia marca, superar los 700 km de depósito es razonable, a pesar de que solo cuente con 47 litros.
Para concluir con la parte híbrida enchufable, decir que este modelo, a diferencia de las que llevan otro tipo de propulsor, no puede incluir el sistema de sonido Beats Audio -entendemos que porque no podría dar cabida al woofer en la zona del maletero por la presencia de la batería del motor eléctrico- ni tampoco la calefacción con mando a distancia -esto último no lo necesita, ya que, como vimos anteriormente, puede pre-acondicionar de forma remota y con la ayuda de la app el interior con la propia climatización-.
Finalmente, hay que hablar del precio. En la gama actual con su nueva terminación X-Perience XXL -que ha reemplazado al Xcellence de nuestra prueba, pero sin que aporte cambios importantes en lo principal- hablaríamos de un coche de 47.301 euros, promoción incluida.
Es una cifra competitiva, ya que, por ejemplo, un Kia Sorento 1.6 T-GDI PHEV Emotion de 265 CV, que es cierto que es más potente, ya se pone en los 56.873 euros con promociones incluidas. Más competitivo es su primo de Hyundai, el Santa Fe, que comparte mecánica con el Kia, pero con un precio promocional más ajustado de 46.860 euros. Por último, el DS7 Crossback Performance Line +Plus E-Tense de 225 CV sale en 53.500 euros.

DISPOSITIVO | CUÁNTO CUESTA | QUÉ TAL FUNCIONA | ¿DEBES PAGAR POR ÉL? | |
![]() | Confort Pack* | 1.650€ | Bien | TÚ DECIDES |
![]() | Techo panorámico | 1.350€ | Bien | NO |
![]() | Convenience Pack** | 2.850€ | Bien | TÚ DECIDES |
![]() | Driver assistance | 1.650€ | Muy bien | TÚ DECIDES |
![]() | Cable de carga | 373€ | Bien | SÍ |