Se trata de una berlina de altas prestaciones que, como su predecesor, trata de volver a combinar dos aspectos que suenan antagónicos, como son la deportividad y la ecología.
¿Cómo lo consigue? Gracias a la tecnología híbrida-enchufable. Sin embargo, es más que eso y podemos decir que nos encontramos, con tota probabilidad, ante el modelo más tecnológico de su actual gama y uno de los más deseables.
Ahora bien: por muy llamativo que sea, por muy potente que sea o por muy sofisticado que sea, ¿es una buena compra, teniendo en cuenta que cuesta más de 68.000 euros? ¿Merece la pena teniendo en cuenta que la marca francesa pide más por este coche que lo que cuestan otras berlinas híbridas enchufables de las marcas premium alemanas?