Trabajo de los políticos y legisladores es determinar las ‘reglas del juego’. Sin embargo, cuando estas reglas colisionan con alguna faceta de nuestras vidas, suele corresponder a los afectados la resolución de ese conflicto.
Algo así ocurre con el paradigma de la sostenibilidad, apoyado por un marco normativo que cada día se vuelve más complejo. Y cuya influencia alcanza, también, a la industria del lujo. Aquella que rebusca en todo el mundo, a la caza -cueste lo que cueste- de las mejores materias primas… de las cuales, por supuesto, no admite sustitutivos.
Ante este ‘choque de trenes’, cada compañía o gremio busca su propia solución. La de los artesanos del cuero -una industria que provoca obvias náuseas en colectivos animalistas- pasa por asociarse. Con tal objeto, desde 2005 el ‘Leather Working Group’ reúne a las entidades de este sector bajo un fin común: garantizar la correcta sostenibilidad de su actividad, tanto en productos como en materiales.
Algo más que costuras
Recientemente, la lista de miembros se ha ampliado con la entrada de Bentley. La firma británica es sobradamente conocida por los elaborados acabados que, en este material, recubren los asientos y los paneles de las puertas de sus modelos.

Con la firma de esta adhesión, los de Crewe se comprometen, a partir del ejercicio 2022, a recurrir únicamente a proveedores recomendados por esta asociación. Asimismo, la marca se autoimpone -como meta final- una mejora constante en la sostenibilidad de sus procesos.
Este paso es uno más en su estrategia ‘Beyond 100’, la cual incluye una revisión de sus suministros de materias primas desde una perspectiva ética y sostenible. A este respecto, desde la marca aseguran combinar esta procedencia revisada con el desarrollo de nuevos materiales que ofrecerán, a corto plazo, a sus clientes.
Así lo expresa Mark Cooke, responsable de compras y producción de Bentley: «El uso del cuero y la construcción por encargo son los pilares de nuestra centenaria historia. Nuestros cortadores y tapiceros son expertos en lo suyo, y el hecho de que tantos modelos históricos conserven sus interiores originales, demuestra la longevidad del cuero como material principal. Y, también, su sostenibilidad inherente en el tiempo».