A los mandos de una máquina tan compleja como es un automóvil, es necesario prestar atención a un gran número de variables. Tan importante es estar cerciorado del buen estado de nuestro vehículo, como de mantener la vista en lo que sucede al otro lado del parabrisas. En cualquier momento, un fallo -o descuido- puede desencadenar un incidente de consecuencias imprevistas.
Por lo general, el actual argumentario de venta de los coches conectados -de cara a potenciales compradores- discurre más por la senda del infoentretenimiento. De todas aquellas ventajas para su disfrute que obtendrá mediante la conectividad del coche. Y deja de lado todas las posibilidades que la misma ofrece para mejorar su seguridad.
Pero no es el caso de Ford. La firma del óvalo azul ya ofrece a sus clientes -tanto particulares como profesionales– una completa gama de servicios que permiten, por ejemplo, geolocalizar el coche en caso de robo.
Dentro de sus proyectos recientes de I+D, la marca guarda un lugar especial para la llamada ‘conducción predictiva’. Muchos de sus actuales experimentos versan sobre este campo de nueva creación. Y, ahora, quiere poner a prueba estas tecnologías en el pandemónium circulatorio que es Londres.
A salvo en la ciudad
Allí, lo que Ford está poniendo a punto -en colaboración con las instituciones locales- es una herramienta digital para la seguridad vial. Dicha plataforma analizará todos los datos -uso del freno y acelerador, ángulos de dirección…- que se desprendan de la actividad de hasta 700 vehículos conectados. Esta flota de ‘voluntarios’ operará entre Londres y Oxfordshire durante los 18 meses que dure el proyecto.
En paralelo, la segunda localización introducirá en el ‘juego’ una pequeña red de 25 sensores inteligentes, destacados en diferentes localizaciones estratégicas. Estos dispositivos son capaces -mediante aprendizaje automatizado- de analizar los patrones de movimiento de cada usuario de la vía -peatones, ciclistas, vehículos a motor…- y detectar posibles incidentes de proximidad.
Peter Mildon es director de operaciones de Vivacity Labs, uno de los socios de Ford en este experimento. En sus palabras: «Este proyecto nos permite ampliar nuestras investigaciones de IA en materia de seguridad vial, a la vez que nos brinda la oportunidad de trabajar con expertos de la Universidad de Loughborough y explorar una mayor integración de nuestro sistema en el ecosistema de movilidad de Ford. […] Desbloquear los beneficios potenciales de seguridad vial de la red de sensores de tráfico ha sido un objetivo para nosotros durante algún tiempo, por lo que es gratificante ver que esto se está llevando a cabo en Londres y Oxfordshire».