En realidad, la historia se remonta a mediados de 2018, cuando Nissan e Italdesign anunciaron una colaboración para desarrollar el llamado Nissan GT-R40 by Italdesign. Era un espectacular coupé realizado sobre la base de un GT-R Nismo -que es el apellido que la marca nipona da a sus coches más deportivos- y que pretendía conmemorar los 50 años tanto del icónico modelo como de Italdesign.
La propuesta inicial la definía Alfonso Alabisa, vicepresidente senior de diseño global de Nissan y vinculado a la marca japonesa desde hace más de 30 años: «¿qué pasaría si diseñamos un GT-R sin límites y luego lo fabricamos?». Dicho y hecho, la gente de Italdesign se encargó de desarrollar, diseñar y construir un deportivo único y personalizado.
Y el resultado es un coche real, que ya se ha dejado ver en eventos como el Festival de Goodwood, pero que se exhibirá de manera oficial y en su configuración plenamente definitiva, ante el gran público, en marzo del año que viene con motivo del Salón del Automóvil de Ginebra, y que comenzará a entregarse a finales de 2020 en una edición limitada a tan sólo medio centenar de ejemplares.

Han cambiado prácticamente todos los paneles de la carrocería, los faros, la forma del techo, las salidas de ventilación y el gran alerón trasero y ajustable en diversas posiciones. Debido a las modificaciones, el coche es claramente más largo -pasa de 4,69 m del modelo original a 4,78 m; lo mismo pasa con la anchura, que llega a los 1,99 m por los 1,89 m del GT-R estándar-, pero también más bajito -1,31 m por los 1,37 del coche ‘de serie’-.
El interior cambia incluso más, con un amplio uso de la fibra de carbono, Alcántara en color negro que se combina con el cuero italiano de los asientos… y con detalles dorados que suponen una continuación de la decoración exterior. Con esos elementos, la imagen interior resulta ahora mucho más lujosa, al tiempo que se mantiene el completo y complejo sistema multimedia del GT-R original que le otorga una imagen muy sofisticada.
El motor sigue siendo el conocido 3.8 V6 biturbo… pero cuya potencia pasa a ser unos impresionantes 720 CV a 7.100 rpm. Se ha mejorado también la suspensión con componentes de Bilstein y se ha hecho lo propio con los frenos Brembo, que disponen de unos grandes discos de 390 mm en el eje delantero con pinzas de seis pistones y de 380 mm en el trasero con pinzas monobloque de cuatro pistones.

Se mantiene, cómo no, el sistema de tracción a las cuatro ruedas, así como el cambio automático-secuencial de seis velocidades que, eso sí, ha sido convenientemente reforzado para hacer frente al incremento de potencia.
Si estás interesado en el momento, aún quedan algunas unidades sin asignar; puedes encontrar toda la información necesaria -y encargar el modelo- en la web que ha puesto en marcha la marca japonesa.