Seguramente, a poco que seas mínimamente ‘cinéfilo’ conocerás lo que ha sido la última etapa de películas sobre James Bond y protagonizadas por Daniel Craig. Han sido un total de cinco títulos desde 2006, que comenzaron con la magnífica ‘Casino Royale’ y que han concluido este 1 de octubre con ‘No time to die’. Pues bien, en casi todos ellos, los modelos de Jaguar y Land Rover ‘se han colado’ para protagonizar algunas de las escenas más trepidantes. Pero ojo, que lo que es la asociación de Land Rover con Bond en realidad comenzó hace ya mucho tiempo, concretamente hace 38 años.
En la última película, la que hace la número 25, varios Land Rover tienen sus secuencias de acción… y nada mejor que conmemorar su paso por la película con una serie limitada y muy exclusiva del Defender. Un modelo que, de haberse visto en la fecha inicial de estreno de la película en 2020 hubiese sido una llamativa novedad.
En todo caso, la serie especial es espectacular y, como veremos, eso se nota en el precio. Desarrollada por el departamento SV Bespoke de la marca británica, el denominado Defender V8 Bond Edition es un auténtico todo terreno que se va a ofrecer en las dos variantes de carrocería del modelo: corta -90- o larga -110-. Limitado a tan sólo 300 unidades, el modelo aseguran que imita la especificaciones de las unidades que salen en la gran pantalla.
Por ejemplo, en la decoración de la carrocería predomina el negro. De hecho, cuenta con lo que se denomina el ‘Extended Black Pack’, con unas generosas llantas de 22″, pinzas de freno en color azul -lo menos discreto del coche- y un logo en la trasera que pone ‘Defender 007’.
Esa misma leyenda aparece en los estribos -iluminados- de los umbrales de las puertas, mientras que ese motivo se repite en la animación que aparece en la pantalla del sistema multimedia Privi Pro cuando se accede al habitáculo. Un habitáculo en el que el toque más tecnológico es para la inscripción ‘One of 300’ grabada con láser y que demuestra el carácter exclusivo del coche.

Igual de interesante -o más- que la decoración del modelo es… su parte mecánica. Y es que estos Defender llevan bajo el capó un motor 5.0 de ocho cilindros, sobrealimentado y con nada menos que 525 CV. Combinado con el eficaz cambio automático de ocho marchas, la aceleración de 0 a 100 km/h la cubre en sólo 5,2 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 240 km/h.
Esta versión, la más potente -con muchísima diferencia- en la historia del modelo, ha hecho necesario realizar ajustes en la suspensión, la transmisión y en el diferencial activo del eje trasero, con el fin de que sea un modelo más ágil -dentro de las cualidades de un coche muy pesado y alto-.
Por lo que se refiere a los precios, este Defender con la carrocería corta sale por 154.100 euros en el mercado español y 158.250 euros en la variante larga. Un precio elevado… Aunque más competitivo que el de un Mercedes-AMG G 63, que con 585 CV se va a los 188.341 euros.