Les duela más o menos a sus detractores, lo cierto es que Apple siempre ha intentado aportar su particular visión sobre las tecnologías que todos conocemos y utilizamos a diario. Aportaciones que pusieron su granito de arena en la manera actual que tenemos de entender estos dispositivos. No en vano, hasta la aparición del primer Mac, aún era necesario dominar el ‘idioma’ de los ordenadores para obtener algo de ellos. Y no hace falta recordar el gran logro del iPhone: abrir la era actual de los ‘teléfonos inteligentes’.
Ahora, la atención de los de Cupertino se centra en el coche conectado, otro dispositivo… aunque mucho más grande. Tal vez, por ello, han optado por construir su propio vehículo ‘pensante’ parte a parte. Dicho proyecto -denominado ‘Titán’ en clave interna- deja, de cuando en cuando, algunas gotas informativas muy interesantes. La última es todo aquello que podrá conseguir… su parabrisas.
A esta pieza corresponden dos de las últimas patentes registradas por la conocida empresa. En ellas se especifican -como veremos a continuación- dos tecnologías con potencial para revolucionar nuestra forma de observar la carretera.
Se ‘lo monta’ solo
La primera de ellas es, quizá, más estética que práctica. Se trata de un sistema activo de autotintado, capaz de aclarar -u oscurecer- todas las lunas en función de la luz exterior o de la preferencia del usuario.
Así lo describe el propio texto de la patente: “Esta ventana puede tener una capa activa y estructuras adicionales incrustadas en la lámina interna de polímero o pueden colocarse de otra manera entre las capas estructurales externas e internas. Las estructuras adicionales pueden incluir películas delgadas dieléctricas, capas conductoras como capas metálicas de película delgada, capas que forman filtros para bloquear la luz infrarroja, visible y/o ultravioleta, capas para difundir la luz y otras estructuras”.
La segunda patente demuestra hasta qué punto podría hacernos la vida más sencilla un coche conectado. Una capa conductora -en toda la extensión del cristal- mantiene una ‘red de alerta’ contra cualquier impacto o fisura. Y, tan pronto como la detecta, es capaz de agendar una cita con el taller de confianza para repararla lo antes posible.